¿Y si puedes optar a jornada intensiva y no lo sabías?

La productividad no siempre se consigue con unas extensas jornadas laborales. La gran mayoría de las empresas en España mantienen un jornada con horario partido, donde el trabajador descansa a mediodía. Pero en verano se extiende la jornada intensiva, sin descansos. Aunque… ¿Y si puedes tener jornada intensiva y no lo sabes?

Repasa con nosotros en este post cómo funciona la jornada intensiva y qué trabajadores tienen acceso a ella. ¡A lo mejor eres uno de ellos! Además, vamos a repasar cuáles son sus puntos fuertes y débiles contra la jornada partida. 

¿Qué se considera jornada intensiva?

La jornada intensiva o continua consiste en que el trabajo se desarrolle de una vez, sin amplios descansos. Aunque es lo más habitual en el mundo laboral internacional, en España solo suele darse en verano y únicamente en determinadas empresas.

En España, la jornada semanal es de entre 35 y 40 horas. Las empresas que incorporan la jornada intensiva en verano suelen compensar con un horario más amplio el resto del año. Así, en los meses de estío, con las temperaturas más altas, se hace el trabajo de una vez, con un breve descanso de 15 o 30 minutos.

Este modelo permite una mayor conciliación laboral, pues los trabajadores llegan antes a casa. Sin embargo, aunque lo parezca, no todo es positivo. Más adelante repasaremos cuáles son sus principales problemas. Antes, sin embargo, descubramos qué trabajadores en España tienen acceso a la jornada intensiva.

¿Qué trabajadores pueden acceder a la jornada intensiva?

No existe una legislación general sobre este aspecto, sino que se regula mediante convenio colectivo o en el contrato de cada empresa. Deberás revisarlo allí para comprobar si puedes acceder a ella. Legalmente, es difícil obligar a la empresa a realizar jornadas intensivas. Muchas veces, prefieren evitarlo para mantener el mismo horario que sus proveedores o clientes.

Un trabajador en España puede solicitar una reducción de jornada a la empresa durante el verano en caso necesario. Sin embargo, la empresa lo puede denegar (dando razones válidas, eso siempre) y, si lo acepta, siempre traerá consigo una reducción de sueldo.

Solo un 20% de los trabajadores en España disfrutan de jornada intensiva en verano, y está más extendida en el sector servicios. Un 40% la disfrutan durante todo el año, pero normalmente está restringida a los viernes.

Jornada intensiva vs horario partido

¿Es mejor trabajar toda la jornada del tirón? ¿O parar a mediodía para descansar ayuda a sobrellevar mejor la carga laboral? Aunque la mayoría de trabajadores ven como muy positivos los efectos de la jornada intensiva, lo cierto es que también esconde un problemas que no podemos olvidar.

Repasamos cinco puntos clave del entorno laboral para descubrir dónde brilla cada uno de los modelos. Jornada intensiva o partida, ¿cuál es la mejor opción?

• Conciliación. Hemos hablado ampliamente sobre este tema en el blog: un trabajador que concilia es un trabajador feliz y que, por tanto, trabaja mejor. Salir antes de la oficina supone que el trabajador tiene más tiempo para dedicarlo a sí mismo y a su familia. En cuanto a conciliación, claramente gana la jornada intensiva.
• Espíritu de equipo. Conocer bien a los compañeros es muy importante para crear un gran equipo de trabajo. Y eso se consigue creando vínculos, que no siempre tienen que estar relacionados con el trabajo en sí. La jornada partida favorece que los equipos tengan almuerzos conjuntos y ratos libres de trabajo, creando así una mayor unidad.

• Motivación y productividad. Se ha demostrado que la jornada intensiva favorece la organización del tiempo del empleado. Es más fácil concentrarse y el trabajador ve un alza en su motivación. Todo esto ayuda, además, a reducir el absentismo laboral. La jornada intensiva se lleva esta partida.
• Riesgos laborales. El cambio climático trae consigo temperaturas cada vez más extremas. Lo estamos viendo en los veranos tremendamente calurosos. Una jornada intensiva de trabajo puede ser peligrosa para muchos trabajadores. Trabajar en las horas centrales del día es sencillo si lo hacemos en una oficina con aire acondicionado. Pero realizar la jornada en la calle a pleno sol durante una ola de calor puede ser letal. La jornada partida evitaría muchos riesgos laborales derivados de las altas temperaturas.

• Conciencia ecológica. El coste energético se está convirtiendo en un tema muy relevante en los últimos meses. Reducir las horas de trabajo ahorra gastos a la empresa y también mejora el aprovechamiento de recursos, cuidando el medio ambiente. En términos de impacto sobre el planeta, la jornada intensiva es mucho más respetuosa.

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Ver más:

• Las temperaturas extremas pueden provocar disminución en la productividad. Sigue nuestros consejos para trabajar en una ola de calor.
• Otra medida de facilidad para los trabajadores es la jornada de cuatro días.
• Además de facilidades para la conciliación, ¿qué buscan los trabajadores de una empresa?